Cómo triunfar con un negocio de comida rápida
¿A quién no le gusta comer? Comer y beber no son precisamente aficiones lúdicas que escogemos con el tiempo en función de nuestra educación y de nuestros gustos. Una persona puede decir que no le gusta el cine, pero no puede decir que no le gusta comer, porque lo segundo es una necesidad biológica de todos los seres humanos y de todas las criaturas vivas del mundo. Por eso, y trasladando eso al ámbito concreto y materialista del marketing, podemos afirmar lo siguiente: un negocio de comida a domicilio en Pamplona siempre tendrá más posibilidades de éxito que un negocio de compraventa de películas.
Aunque, al final, todos estos negocios son justamente eso: negocios. Como tal, se enfrentan a numerosos competidores. Una nueva pizzería en Pamplona podría igualmente fracasar estrepitosamente; y no porque a la gente no le guste la pizza, sino porque ya acude a otras pizzerías de confianza, o incluso prefiere pedir a un kebab a domicilio en Pamplona. En otras palabras, no debemos ser tan ingenuos de pensar que solo por el hecho de abrir un negocio de comida, la gente va, en efecto, a comer. Hay que hacer un estudio de mercado, estudiar a los competidores de la zona, evaluar si en efecto la zona es apta para el local, etc.
Porque el problema fundamental que entrañan los locales de comida rápida en Pamplona y en el resto de España es el siguiente: hay muchos. Precisamente porque a la gente le gusta comer. De modo que lo que en principio parecía una ventaja competitiva que llevaría invariablemente al éxito, es en realidad una desventaja. Por eso los negocios más especializados triunfan si se sabe dónde establecerlos: no hay muchos, así que las personas aficionadas a esos productos específicos siempre acuden a ese local.
En cualquier caso, podemos triunfar con un negocio de comida rápida si encontramos el valor diferencial. En el caso de las pizzerías, ese valor puede ser el sabor único de nuestras pizzas, o una pizza especial cuya combinación de ingredientes solo se encuentra ahí. Pero hay otras opciones, solo hay que pensarlas bien.