2 mitos financieros que se deben superar

Muchas veces los mitos acarrean grandes y falsos obstáculos. La razón de ser los mitos es diversa y contradictoria, sin embargo, podría afirmarse que algunos de ellos surgen por la falta de conocimiento y el miedo que surge por tal condición.

En el ámbito financiero esto aplica como en ningún otro aspecto de la vida. Debido a que las decisiones financieras siempre implican la asunción de riesgos, muchas personas optan por exagerar tales escenarios creando mitos con la intención “prevenir” a sus allegados.

Estos mitos se propagan rápidamente, más no dejan de ser creencias erróneas infundadas en el miedo al fracaso. La otra cara de la moneda es que tales mitos a la vez que “protegen” a las personas, también les impiden crecer financieramente puesto que los mantienen estancados.

Los préstamos solo con conocidos

Uno de los mitos financiero más difundidos son los relacionados con los préstamos. A los hombres y mujeres les suelen señalar desde jóvenes que los bancos son totalmente perversos y mezquinos y que, por lo tanto, si desean solicitar préstamos rápidos deben recurrir con familiares y amigos.

No es que las personas no deban recurrir a sus amistades y familiares para estas transacciones, pero muchas veces por esta falsa creencia, las personas suelen abstenerse de solicitar préstamos útiles para emprender, para formación y en general, para solucionar alguna coyuntura específica.

Se trata de una creencia que genera obstáculos a los emprendedores. Por mantenerse en esta perspectiva muchas personas no logran superar el estancamiento. El miedo pasa a convertirse en una fuerza generadora de inercia e inmovilidad.

Las terribles tarjetas de crédito

Increíble pero cierto, muchas personas consideran que las tarjetas de crédito son una terrible trampa de las entidades bancarias. Precisamente por no conocer su funcionamiento muchas personas generan un distanciamiento excesivo con esta útil herramienta.

Las tarjetas de crédito, como bien se sabe, sí pueden generar grandes deudas, más eso no significa que no posean muchas cualidades positivas que pueden aprovecharse para mejorar el poder adquisitivo y la capacidad organizativa a nivel económico.

Cuando se necesita adquirir un producto de forma urgente, bien sea para generar más ingresos a futuro, para costear un curso pagando por partes, se tiene la idea errada de que se trata de dinero fácil y que por lo tanto hay una trampa detrás del mismo. Nada más alejado de la realidad, puesto que las tarjetas de crédito son un elemento benéfico cuando se usan con plena consciencia.