Rehabilitaciones, cuestión de responsabilidad
Lo mismo que nos preocupamos de retocar nuestro aspecto físico, mediante cremas, tratamientos estéticos y, en ocasiones, quirúrgicos, con más motivo debería preocuparnos retocar el edificio donde pasamos nuestra vida y, parece ser, que de esto no estamos del todo concienciados. No hay más que pasearse por las calles de una gran ciudad y percatarnos de la gran cantidad de edificios públicos y privados que están pidiendo a gritos una reforma y, lo más preocupante, no es que le hagamos un lavado de imagen que, no vendría nada mal, para que nuestras ciudades luzcan más atractivas sino que lo que realmente necesitan es una importante obra de reforma que acabe con los deterioros y problemas que presentan, a nivel de fachada o de cubierta. La aparición de humedades, grietas… son síntomas de alarma, de que algo no marcha bien y que si no lo remediamos cuanto antes, no solo estamos poniendo en peligro la salud de los que los habitan y de los transeúntes sino que, al no arreglarse, el problema no desaparece sino más bien se agrava, con lo cual, cuando sea ya una cuestión de urgencia, el coste resultará mucho más elevado.
En algunas ocasiones ocurre que, ante una grieta en la fachada, lo que hacemos es aplicar yeso o cemento y convertirla en invisible pero, no nos engañemos, este gesto no acaba con el problema, solo lo oculta a nuestros ojos. Las grietas se producen por alguna anomalía interna, fallos en la estructura del edificio o sobre la superficie en la que se asienta; filtración de humedades etc. Por ello, ante cualquier fallo del edificio, hemos de ponernos en contacto con una empresa de rehabilitaciones de edificios, son ellos los que se ocuparán de mandar a las personas cualificadas, arquitectos, ingenieros, los cuales visitarán el edificio en cuestión y, tras una serie de revisiones, darán con el problema que produce las deficiencias y como se puede arreglar.
Podemos barajar varios presupuestos y elegir el que más confianza y mejor precio nos ofrezca. No será porque no hay empresas dedicadas a las reformas y rehabilitaciones de fachadas, cubiertas o lo que sea que esté deteriorado, así que, vamos a ser responsables y vamos a ponernos manos a la obra y, nunca mejor dicho, no dejemos que el tiempo y los problemas decidan por nosotros y nos tengamos que lamentar.
Buena suerte y excelentes reformas a quienes las necesiten.