Los mejores tratamientos naturales para el pelo
Se dice a menudo que los cambios de tiempo son nefastos para la piel, y así es. El frío, por ejemplo, cuartea la piel de la cara y los labios, y la excesiva sudoración del verano propicia la aparición de granos y acné. Pero no es la piel la única zona del cuerpo que sufre, y nuestro pelo, si bien de una manera más silenciosa y en absoluto dolorosa, a menudo nos avisa también a su manera de cuándo necesita un tratamiento, especialmente de hidratación. Sea por el efecto del viento en los meses fríos o por la sal marina en los estivales, siempre llega el momento de aceptar que necesitamos utilizar una mascarilla natural para el pelo.
Sí, «natural» que, en este caso, es sinónimo de producto sin aditivos químicos. Cada vez con más frecuencia asistimos a la proliferación de mascarillas, acondicionadores, aceites y champús sin sulfatos y sin otros agregados que, si bien en cierto modo causan la aparición de una espuma que asociamos a la limpieza, en realidad no son necesarios y, de hecho, estropean todavía más el cabello a largo plazo.
Por eso, si queremos tomarnos en serio la limpieza y la hidratación de nuestro pelo sin que sufra las consecuencias de estas adiciones químicas, necesitamos no solo la mascarilla natural, sino también un buen champú natural sin químicos. No es fácil elegir, y desde luego tenemos que tomar una decisión respecto a los productos específicos elegidos tanto en función de nuestro tipo de pelo y lo que necesita, como en cuanto a nuestra capacidad adquisitiva.
No obstante, si algo puede decirse de los productos naturales para el pelo, es que su precio está justificado, sobre todo en rentabilidad por usos a largo plazo. En otras palabras, el tratamiento de hidratación del pelo que escojamos, sea el champú o la mascarilla, sean ambos, nos durarán; porque en general el efecto hidratante y protector es tan intenso y evidente, que no necesitaremos utilizar demasiada cantidad en nuestras duchas o baños. ¿El resultado?, hidratación y bienestar. En esta dura época de pandemia, qué menos que aspirar a ello.