Despedir a un ser querido
Hoy toca hablar de cosas tristes, de esos momentos que no querríamos tener que sufrir en nuestros corazones, pero que son inevitables. Se vive y se muere. La vida tiene momentos duros, difíciles, felices, pasionales, emotivos, alegres, divertidos, angustiosos, estresantes y, a lo largo de ella, todos y cada uno de nosotros tenemos que pasar por ese doloroso trance en el que perdemos a nuestros seres queridos.
Cuando nos encontramos afrontando una muerte en un tanatorio donde acompañamos a nuestro ser querido hasta el momento del sepelio o la incineración, tenemos tanto dolor en nuestro corazón y tantos recuerdos hacia quien se marchó, que es normal caer en un estado de abatimiento total que nos impide o dificulta pensar en los preparativos, los trámites, y, por supuesto, que tipo de flores para tanatorio vamos a encargar.
Quizás, ocuparnos de todo lo que hay que ocuparse en un funeral, forme parte de ese momento y hay que encargarse de todo ello, aunque cueste y nuestro único deseo sea despertar de ese mal sueño, de esa pesadilla, de esa necesidad de estar a solas con nuestro dolor. Quizás, encargar la corona de flores para el funeral sea nuestro último regalo para con él o con ella; aunque a lo largo de nuestra vida, le sigamos regalando sonrisas, recuerdos, abrazos, palabras, pensamientos… porque aquellas personas a las que amamos con el alma, nunca se van de nuestro lado.
Entonces nos toca hacer el último esfuerzo para el día del funeral, tramitar, encargar las coronas funerarias con un mensaje que hable de lo que nos hizo sentir y lo que sentimos por él o por ella, dejarnos acompañar por quienes con cariño están a nuestro lado en ese momento. Ya después, cuando todo esto acabe, podremos dejar salir fuera nuestros sentimientos y nuestras emociones, solos o acompañados. Un duelo que solo es nuestro y solo a nosotros nos pertenece. Un duelo que no va en el luto, ni en una sonrisa o en una lágrima o en un llanto, un duelo que se instala en el alma y que solo la magia del tiempo logrará suavizar.
Ahora es momento de colocar con delicadeza una corona de flores en el féretro donde descansa su cuerpo. Algunas flores en el tanatorio con las que eran sus preferidas, combinadas con belleza y elegancia; ramos de flores en el tanatorio que envuelven la sala con su olor y su frescura; unas flores como ofrenda a quién dejó huella en nuestro corazón.