Un jardín sin productos químicos
Has comprado la casa de tus sueños. Querías una casa con un jardín y dormitorios con acceso directo a una gran terraza. Y por fin es tuya. El acondicionamiento y decoración del interior de la casa ya está terminado, los suelos de madera, el mobiliario, algunos detalles decorativos y la pintura de las paredes.
Pero, ahora falta el jardín. Queríamos una casa con jardín y, por tanto, vamos a crear un espacio al aire libre fiel calco del que habíamos planeado en nuestros sueños.
Para empezar, hay que eliminar las malas hierbas. Y lo mismo que vamos a utilizar abonos ecológicos para el cuidado de nuestras plantas y flores, también vamos a librarnos de las malas hierbas sin necesidad de sustancias químicas. Podemos elaborar en nuestra propia casa un herbicida natural.
Nuestra pretensión es disponer de un jardín tratado con abonos orgánicos ecológicos, fertilizantes ecológicos y un herbicida hecho en casa, sin sustancias químicas. Queremos que nuestros pequeños y nuestras mascotas corran libremente sin peligro de estar en contacto con herbicidas; y al mismo tiempo, cuidamos la salud de nuestra familia y aportamos nuestro grano de arena en la conservación y mejora de la calidad medioambiental.
Un herbicida natural se puede preparar mezclando vinagre y zumo de limón, para después, pulverizar sobre la planta; también es eficaz echar sal alrededor de las malas hierbas.
Cuando tengamos el suelo libre de las malas hierbas, podemos prepararlo para el cultivo de plantas de huerto y/o flores.
Deberíamos saber que hay varios tipos de abonos ecológicos:
El más conocido por todos es el estiércol, un abono orgánico procedente de los excrementos de animales y que es un poderoso fertilizante de cultivos. Enriquece la tierra lentamente y sus propiedades se alargan en el tiempo.
También los hay que proceden de la descomposición de la materia orgánica de hongos. Este tipo de abono ecológico se puede presentar de forma líquida o sólida. Un abono que se utiliza mucho en cultivo de plantas para productos de consumo, verduras, legumbres, frutas…
Abonos resultantes de restos de algas que actúan como nutrientes y otorgan a la planta resistencia frente a las inclemencias climatológicas.
Por otro lado, tenemos los fertilizantes ecológicos de origen mineral; estos fertilizantes se utilizan preferentemente en los jardines, ya que contienen fósforo, nitrógeno, potasio, minerales que contribuyen al crecimiento y desarrollo de las plantas de jardín.
Los aminoácidos, que se componen de proteínas de animal.
En fin, nuestro jardín va a lucir como se merece, gracias a nuestros cuidados. Sueño cumplido.