El funcionamiento de los ascensores de Madrid en Navidad

Hacer compras en un supermercado o en un centro comercial siempre es cansado; pero hacerlas en Navidad, cuando todas las consignas publicitarias a nuestro alrededor nos dicen que acumulemos regalos, comida, bebida y adornos para el hogar, es aún más complicado. Si tenemos niños pequeños en casa, la cantidad de paquetes se triplica, probablemente por partida doble: el día de Navidad, y el todavía más mágico y esperado Día de Reyes. Que la Navidad va a seguir siendo una época de compras y aglomeraciones en tiendas no es ninguna novedad, como tampoco lo es ya que debemos tener cuidado y protegernos mientras dure la pandemia, o que debemos hacer uso de los ascensores públicos con mayor frecuencia.

Hacer compras multitudinarias en ciudades masificadas, como Madrid, puede ser una auténtica tortura en Navidad. Por eso el montaje de ascensores en Madrid resulta tan fundamental en estas fechas, en los mencionados supermercados y en cualquier centro comercial. Aunque se han normalizado las rampas mecánicas, no existen en todas partes, y a menudo el ascensor resulta la forma más cómoda, inmediata y fácil de transportar carros llenos de bolsas y regalos, algunos tan pesados como una televisión último modelo, o tal delicados como cualquier aparato electrónico en general. Pero el montaje, en todos los casos, debe ir acompañado de una buena política de mantenimiento de ascensores de Madrid.

Imaginemos por un instante que, tras una mañana de compras de última hora de Nochebuena, decidimos utilizar el ascensor para bajar hasta el garaje porque estamos realmente agotados de caminar, buscar y pagar. Imaginemos que justo en ese instante el ascensor se estropea. Para eso sirve el mantenimiento, para evitar que eso ocurra en días especialmente difíciles. Pero, si a pesar de todo ocurre, la reparación de ascensores en Madrid debe ser rauda y veloz. El ascensor en cuestión no debería estar paralizado más de un día.

A pesar de todo lo que hemos dicho, comprar en Navidad es normalmente una experiencia muy bonita, sobre todo si luego nos recompensamos con un almuerzo, o un simple chocolate caliente. Pero, claro está, necesitamos que sea fácil.