Trabajo y comunicación
Somos animales sociales por naturaleza, una afirmación que no tiene lugar para la discusión. Desde el principio de los tiempos, si nos remontamos a la era prehistórica, los hombres se agrupaban en clanes; la socialización conviviendo en grupos, les aportaba bienestar y facilitaba su supervivencia.
Socialización y convivencia que ha acompañado al hombre a lo largo de los tiempos.
De tal modo que, cuando decidimos comenzar nuestra actividad profesional o empresarial desde casa, por motivos preferentemente económicos, pasado un tiempo más o menos largo, necesitamos buscar otras opciones que nos permitan trabajar fuera del ámbito familiar y en compañía.
Para ello, tenemos dos opciones, una es la de buscar un local y acondicionarlo (mobiliario, baño, acceso a internet, instalación eléctrica…) modalidad con la que conseguimos salir de casa, pero no, la necesidad de socialización; la otra es alquilar una oficina dentro de un espacio coworking. La opción de elegir un coworking tiene unas ventajas añadidas; primero, la socialización, trabajar en un espacio donde desempeñamos nuestra actividad junto a otras personas, se corresponde con nuestra necesidad de socialización, el café a media mañana con los compañeros que comparten el espacio coworking y conversar sobre cosas triviales, o sobre la actividad que cada uno desempeña, nos abre a la comunicación, a compartir experiencias, a aprender, a enriquecernos; por otro lado, estar inmersos en un ambiente de trabajo facilita la concentración y la responsabilidad; y no nos olvidemos de la parte económica, alquilar una oficina privada dentro de un espacio coworking, nos sale rentable, con una sola cuota mensual tenemos acceso a todos los servicios necesarios para el desempeño de nuestro trabajo y sin tener que ocuparnos de nada, acceso a internet, seguridad, cocina y baños, oficinas perfectamente acondicionadas, limpieza etc; y respecto a la imagen de empresa y seriedad que damos ante nuestros clientes, es más que evidente.
El alquiler de oficinas en Vecindario a través de la modalidad de coworking, cumple con nuestra necesidad como seres humanos de socialización y de comunicación y facilita el ejercicio de nuestro trabajo; compartimos espacio, sin que por ello, se vea perjudicada en lo más mínimo, la intimidad que también necesitamos, para el desempeño de nuestras funciones.
En resumen ¿qué aporta un coworking? la respuesta es clara, un espacio común que facilita la comunicación, la interacción, la concentración y desempeño de nuestro trabajo, la aportación de conocimientos entre compañeros; y todo ello, dentro de un espacio coworking perfectamente acondicionado, con todos los servicios que necesitamos y con unos gastos que afrontar muy por debajo del que nos supondría el alquiler de oficinas a la manera tradicional.