¿Quieres reducir tus niveles de ansiedad con acupuntura?

La ansiedad, como trastorno crónico recurrente, es un mal que no deja vivir a muchas personas y que se relaciona de una manera muy particular con el acelerado estilo de vida del siglo XXI, al igual que la depresión. Ese ritmo de vida, sumado a un capitalismo neoliberal deshumanizante y contaminante cada vez más desolador, son motivos más que suficientes para que muchas personas desarrollen miedo y angustia patológicas. En estas circunstancias y en la terrible y agotadora era de la pandemia del coronavirus, y mientras luchamos por cambiar el mundo, está claro que lo que necesitamos es terapia psicológica y, por qué no, también acupuntura para la ansiedad.

Para muchas personas, la medicina alternativa y las terapias milenarias no sirven para nada. Sin embargo, muchas de las personas que han probado sus efectos afirman que les han servido para mitigar y disminuir sus niveles de estrés, tristeza y nervios en general. Para empezar, si una terapia nos proporciona tranquilidad y relax, no podemos decir que eso sea poco. Eso es mucho, ya que la ansiedad se nutre, ante todo, de esos estados psicológicos de agitación interna, derivando a menudo en problemas de adicción. Tanto es así que incluso existe también la acupuntura para adicciones, específicamente diseñada para disminuir los pensamientos intrusivos y las compulsiones.

Lo cierto es que no se trata de competir. No se trata de elegir entre ciencia médica y ciencia tradicional. Podemos, en resumen, escoger ambas, ya que la combinación de dos terapias diferentes pero complementarias seguramente solo repercuta en una mejora todavía mayor y más rápida para nosotros. Así, vivamos donde vivamos, por ejemplo en Asturias, podemos acudir a psicoterapia y también a acupuntura en Gijón, dando cuenta de los buenos resultados de ambas disciplinas, y neutralizando cualquier aspecto negativo que ambas podrían tener mediante su fusión.

Al fina, durante todo este proceso, que puede ser largo, solo importa una cosa: sentirnos cada vez mejor, más estables, y experimentar unos niveles de bienestar mucho mayores. Hablar con un profesional de la psicología y recurrir a la terapia de agujas nos servirá para conseguirlo con éxito.